El amor por los Speculoos culmina en un libro
A la sombra del campanario de Brujas, o Halletoren, se encuentra la tienda de galletas "Juliette". Famosa dentro y fuera del país, con el paso de los años se fue apagando, pero en 2009 Brenda Keirsebilck le devolvió la vida. Brenda Keirsebilck volvió a dar protagonismo a los Speculoos, las galletas caramelizadas. Y ahora está su libro: Mi amor por los Speculoos.
De niña, Brenda Keirsebilck quería ser panadera, pero rehuía el duro trabajo físico y los horarios nocturnos asociados a la profesión. Con el tiempo encontró un trabajo en publicidad, pero siguió recorriendo regularmente mercados de productos frescos, puestos de especias y librerías por su amor a la repostería. Compró libros de repostería, la mitad de los cuales no entendía, y finalmente decidió obtener su diploma en repostería a través de una formación. Durante esta, Brenda fue aprendiz de los mejores pasteleros británicos para dominar al detalle la profesión de pastelera. También viajó por Bretaña, donde descubrió una galleta extraordinaria tras otra.
En 2009, Brenda se hizo cargo de la tienda de galletas Juliette, en Brujas, y la convirtió en un gran éxito. Se ocupó de la calidad de la gama, introdujo excelentes materias primas y profesionalizó la tienda. Se instalaron nuevas amasadoras y hornos y se adaptaron los envases para poder ofrecer las galletas lo más frescas y crujientes posible. Se comprobó la calidad de materias primas clave como la mantequilla, los frutos secos y el azúcar. Las hierbas, especias y frutas confitadas pasaron a comprarse a proveedores especializados.
En Juliette, la atención se centró rápidamente en los Speculoos. Estas galletas caramelizadas tienen un crujiente típico, debido a la textura y a los azúcares y especias utilizados. Las especias aportan el aroma y el sabor; los azúcares y el proceso de cocción definen la galleta. Brenda introdujo hasta siete variaciones diferentes de Speculoos, entre ellas naranja, limón, cilantro, vainilla, jengibre y café. Pronto, más de la mitad de la gama de Juliette estaba compuesta por Speculoos. Brenda comenta: "Todavía veo a muchos pasteleros que parten de una receta básica de masa para bizcochos, que tiene más o menos la misma forma. Un poco aburrido, la verdad". Los chocolateros también dan a cada praliné una forma diferente, ¿no? Los márgenes de beneficio de las galletas son buenos y se puede trabajar sin un gramo de desperdicio. De hecho, la masa de las galletas puede guardarse en stock en el frigorífico o el congelador y las galletas pueden conservarse durante semanas, si se envasan adecuadamente".
El creciente éxito de Juliette también tenía su lado negativo. El creciente número de clientes en la tienda y la creciente demanda de los revendedores hicieron que Brenda se encontrara con los límites de su capacidad en su pequeña tienda de Wollestraat. En 2015, vendió Juliette a La Confiance. Para conservar sus recuerdos de Juliette y, en particular, su amor por los Speculoos, ha escrito el libro "Mi amor por los Speculoos". Es una colección de recetas básicas y postres, todos basados en la galleta favorita de Brenda. Nos hace mucha ilusión compartir aquí una receta como adelanto de lo que encontraréis en el libro.
