Tiempo de sostenibilidad
En el pasado, se encargaban los mejores ingredientes de todo el mundo sin dudarlo y sin pensar dos veces en los materiales de envasado. Pero los tiempos están cambiando. Ahora sabemos que nuestros océanos están llenos de plástico y que un tercio de la producción mundial de alimentos se desperdicia. Por fin nos hemos dado cuenta de que no podemos seguir así y hemos de ser más sostenibles. Como chef, también puedes contribuir a ello.
Hay muchas formas de utilizar menos plástico. Almacenar los alimentos en recipientes de acero inoxidable, rellenar las hierbas en dispensadores de vidrio, cerámica o acero inoxidable y utilizar tapas en lugar de film transparente para tapar ollas y sartenes. Principalmente lo hacemos por el medio ambiente, pero también hay que tener en cuenta la estrella Michelín verde, un nuevo galardón anual para chefs pioneros en sostenibilidad, lo cual se puede convertir en un reto para tu negocio.
Si quieres, puedes tener de todo durante todo el año: desde fresas en invierno hasta judías verdes de África. Pero no hagamos más eso. Cocinar según las estaciones es mucho más sostenible. Así no hay aviones contaminantes que crucen los cielos ni invernaderos que calentar o iluminar para producir los ingredientes. En lugar de fijarte sólo en lo que te suministran los mayoristas, prueba a fijarte en lo que te ofrece la naturaleza. Seguro que le encantará.
Reutilización de las sobras
En Europa se tiran cada año 173 kilos de comida por persona. No es precisamente sostenible, pero no tiene por qué ser así. ¡Sé innovador con tus sobras! Utiliza los cruasanes del buffet del desayuno en tus postres. Utiliza esas verduras en tus sopas o tortillas. No pidas de más a tus proveedores y sirve a tus clientes raciones más pequeñas: es mejor pedir un plato extra que tirar comida. Comida desperdiciada significa dinero desperdiciado. Y eso no es lo que quieres, ¿verdad?
La reutilización y el aprovechamiento están de moda, así que anime a sus clientes a llevar una bolsa para perros. O, como restaurante, puedes apuntarte a una iniciativa en la que la gente pueda obtener descuentos en comidas o productos que de otro modo irían a la basura. Todos los residuos frescos -cáscaras de huevo, cáscaras, posos de café o recortes de verduras- son la base perfecta para el compost. Separa tus residuos y utilízalos en tu huerto o regálalos. El reciclaje es, por supuesto, una forma rápida de ser más sostenible. No lo tires todo en el mismo cubo; presenta por separado los residuos de papel, plástico (incluidos los envases de Debic) y vidrio. Por último, piense en el upcycling. Se trata de transformar materiales viejos o "inservibles" en algo nuevo. De delantal viejo a bolsa nueva y de mueble sobrante a joya reformada para otra persona. Fíjate sobre todo en las iniciativas locales para ver qué puedes aportar tú. Y mejor aún, qué puedes reutilizar tú mismo.
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