Calentar la crème brûlée a 70°C. Fundir el chocolate negro en la mezcla y repartir en los boles.
Guardar en la nevera para que adquiera consistencia.
Acabado
Espolvorear azúcar de caña por encima. Caramelizar con un soplete. Colocar el gofre en el bol y disponer encima una quenelle de helado de nata. Decorar con nibs de cacao y una hoja de menta.