Cortar la tarta con un molde cuadrado y bañar con café expreso y licor. Añadir una fina capa de praliné crujiente y guardar en la nevera durante 1 hora. A continuación, montar la nata, cubrir con ella la parte superior de la tarta y añadir unas líneas de praliné. Congelar. Añadir la mousse de chocolate hasta cubrir 3/4 partes del molde. Seguidamente, colocar la tarta con el relleno y aplastar. Congelar de nuevo. Desmoldar, glasear a 30-33 °C y decorar con adornos de chocolate, granos de café y papel de oro.