Emulsionar las harinas de almendra y pistacho junto con el azúcar, las yemas y los huevos con la pala de la batidora a una velocidad moderada. Hay que obtener una emulsión que cambie a un color más blanquecino por efecto de la incorporación de aire. Debe resultar una masa esponjosa. Reservar.
Preparar un merengue con las claras y el azúcar.
Mezclar los dos preparados incorporando el de menor densidad al de mayor densidad con suavidad y poco a poco para no romper burbujas. Lo mejor es utilizar una lengua flexible y realizar movimientos suaves y circulares.
Por último incorporar la harina tamizada en forma de lluvia sobre la mezcla y seguidamente el colorante verde.
Extender el bizcocho sobre una placa de horno de 2 cm de altura.
Hornear a 200°C durante unos 7 minutos con el mismo calor en techo que en suelo o a 180°C en horno de aire. Deben quedar unas planchas jugosas